lunes, 12 de septiembre de 2011

INDIGNARSE ES COSA DE SEÑORITOS, PEDRO GARCIA OLIVO


Pedro García Olivo
http://www.pedrogarciaolivoliteratura.com
Indignarse es cosa de señoritos
No me gusta escribir contra la praxis de mis amigos, contra la acción de las personas que más estimo. Pero, si hablamos del 15-M, he de hacerlo...
Creo, de corazón, que ese movimiento, en su conjunto, en su componente dominante, está del lado del Poder y contribuye a la “reparación” de la Democracia. Lo valoro como una estrategia del Capital para aplacar protestas “menos educadas”, como las que se han dado recientemente en Reino Unido y habrán de repetirse a lo largo del viejo, y moribundo, Continente.
El 15-M sostiene un discurso central que cabe perfectamente en la inmensa mentira del Estado de Derecho. Habla, sin rubor, valga el ejemplo, de una “reforma de la ley electoral”... Quiero decir que estamos ante el “reformismo” de siempre, pero un poco más perverso, pues pretende “representar” la contestación social y, ciertamente, no la representa. Representa, eso sí, a los indignados de la clase media deprimida, de la clase media amenazada en su tan sucio “bienestar”, de las capas privilegiadas de los trabajadores, de los estudiantes semi-acomodados, de la pequeña burguesía que aspira a más y se encuentra con menos,... No es trivial que acepte un título de origen infame (“la indignación”), derivado de una obra en absoluto subversiva y de ningún modo revolucionaria.
Contra los indignados, cabe apostar por los los desesperados; contra los “niños buenos pacifistas”, por los “diablos del robo y de la violencia”; contra los que quieren “mejorar” la Democracia, por los que pretenden abolirla.
No, compañeros, no estoy del lado del 15-M, aunque sí me siento cerca de las personas que siguen luchando “desde dentro” de ese movimiento para darle otro aire. Pero creo que su esfuerzo es vano: así como jamás se le conseguirá conferir “rostro humano” al Capitalismo, nunca veremos a la gente del 15-M tentar las vías de la transformación social. El 15-M simboliza hoy la Desobediencia Inducida, el Ilegalismo Útil, la Falsa Lucha. Cosa de señoritos.

1 comentario:

  1. Comparto la esencia de esta "declaración". Pero no estoy de acuerdo con el "pesimismo" que rezuma. Si no "creemos" que podemos darle importantes impulsos a este "movimiento", probablemente estemos, en la mayoría de los casos, en foros y acciones equivocadas. Y esta conclusión -sin un análisis riguroso, es prematura y odría ser hasta derrotista.

    En muchísimos momentos importantes de la historia de los partidos comunistas y su acción política (o tácticas concretas), se han tenido que tomar decisionen en pro de campos de acción improbos para la estrategia revolucionaria. Pero lo cierto es que si l@s comunistas no nos hubiésemos embarcado en luchas con fines "reformistas" o sociales, no hubiésemos accedido al protagonismo y la autoridad necesarias para poder líderar a quienes aprendieron a confiar en nosotr@s.

    Salud

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