sábado, 20 de agosto de 2011

REFLEXIONES PROLETARIAS SOBRE EL RESCATE DE ESPAÑA



En las últimas semanas las agencias de calificación nos han vuelto a poner nota y para ellos volvemos a suspender, la prima de riesgo sobre la deuda se ha disparado a niveles históricos en este país, los jefes de estado europeos se obligan a llegar a un acuerdo para organizar el segundo rescate a Grecia y se ven amenazadas otras economías, como la italiana que ya ha aprobado duras medidas como ejemplo sirva el copago de la sanidad y como la francesa que ya comienza a verle las orejas al lobo, a pesar de las reformas que ha llevado a cabo su gobierno. Todo ello en el panorama de colapso económico que se agudiza, nos lleva por enésima vez, a plantearnos el cada vez más posible “rescate” de la economía española y las consecuencias que el mismo tendrá para nosotros, los de abajo.
Para analizar si un país está en riesgo de impago, los inversores analizan la conocida como prima de riesgo. Es un término complejo para el ciudadano medio, que se refiere a la diferencia que se paga en los mercados de deuda por un bono español respecto a lo que cuesta el alemán, el de referencia por ser de gran seguridad.
Según el informe del Banco Internacional de Pagos en Diciembre de 2010, España tiene una deuda de alrededor de un billón de dólares con bancos extranjeros, de la cual un 11% procede del sector público(este porcentaje correspondería al dinero que se debe en préstamos personales, hipotecas etc…), un 25,7% de los bancos españoles, un 36% de empresas y el resto (26,6%) de operaciones con derivados que implican principalmente a la banca. Estos datos demuestran que desde luego no somos la mayoría de los españoles los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, ni hemos malgastado los recursos públicos como defiende el Sr Rosell presidente de la CEOE.
Se ha llegado a decir que el rescate de la economía española tendría un coste de 500.000 millones de euros, o incluso más, una cantidad que desestabilizaría a toda la zona euro no solo desde el punto de vista financiero o monetario.
El "rescate" de España sería en realidad y como ya hemos visto en los casos griego, irlandés y portugués, el rescate de sus acreedores y, en el caso español, principalmente de los bancos alemanes y europeos, lo que da a entender que efectivamente éstos pueden estar altamente interesados en que se lleve a cabo. Y dado que el "rescate" justificaría la aplicación de medidas de liberalización excepcionales, podría aventurarse también que en él pueden estar igualmente interesados sectores nacionales que quieren "transformar" España en esta línea ya expresada al Rey por grandes empresarios y líderes de opinión, de modo que su "rescate" solo podría ser consecuencia de un proceso provocado o inducido que esa inducción del rescate podría venir por dos posibles vías. Una, la presión especulativa muy fuerte concentrada en algún momento. Otra, por una presión externa que fuerce a reconocer la situación patrimonial real de los bancos españoles hasta mostrarla como explosiva y de ahí se obligue a intervenir para actuar con ellos como con los irlandeses.
Como ya advirtió el director general del Banco de España, "a veces las profecías se cumplen", en referencia a que la posible expectativa de un rescate, aunque sea improbable, es capaz de dañar y encarecer la financiación de un país, convirtiéndose en una especie de temor que se retroalimenta hasta hacerse realidad. Además, el alto nivel del paro, por encima del de Irlanda o Grecia por ejemplo, es un riesgo añadido y particular del caso español. Debido a que España es más grande y tiene más peso en la economía de la eurozona que Grecia, Portugal e Irlanda juntas, un rescate haría a Europa replantearse su capacidad para ayudar a las economías débiles, a la vez que pondría en un aprieto a la moneda única".
"Si los inversores esperan que España tenga problemas para refinanciar su deuda a corto o medio plazo, entonces España tendrá problemas"
Para “paliar” los efectos de esta deuda la Unión Europea, a través de su “fondo de rescate” (FSEF) proporciona un préstamo para liquidar las deudas pendientes pero a cambio impone un conjunto de medidas dirigidas a garantizar la devolución del préstamo concedido. Por ejemplo las medidas, de corte neoliberal, han supuesto en el rescate irlandés el despido de 24.000 funcionarios, rebaja del sueldo de los funcionarios públicos en un 15%, reducir el salario medio en un 11%, reducir las pensiones en un 10% y elevar el IVA hasta el 23%. El ventajoso impuesto de sociedades queda inalterado en el 12,5% ya que estas medidas no van a atacar por supuesto a las clases pudientes, sino al trabajador. Grecia, la primera en caer, puso en marcha las siguientes reformas: ha subido cuatro puntos el tipo general del IVA, del 19% al 23%; reducción de las pensiones, incrementó el periodo de cotización y elevó la edad de jubilación a partir de 2011 de los 65 a los 67 años para los hombres; ha aumentado un 20% los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y los carburantes; y reducción en un 16% los salarios públicos.
Los españoles ya sufren hoy por hoy los recortes emprendidos bajada del 5% del salario de los funcionarios, congelación de las pensiones, supresión del cheque –bebé y de la mísera prestación a los parados, subida de tasas universitarias, privatización de AENA y Loterías del Estado, pero la situación puede ir a peor y tener que ser “rescatados”, como así parece que será
Hay otros factores que empujan al rescate económico español, dado que los planes de austeridad existentes en varios países europeos no favorecen el desarrollo del comercio español. Además con el segundo rescate de la economía griega y la situación irlandesa o la de Portugal o incluso aumentan las dificultades económicas y de endeudamiento en los casos italiano y belga, el riesgo de rescate para la economía española aumentará.
Rescatar la economía española sería un error grave, desde una perspectiva global neoliberal, dado que supondría la prueba de fuego en la eurozona al desestabilizarla, con riesgo de generar una posterior crisis del euro hay que olvidar que en pleno periodo de crisis, años 2009-2010, los beneficios empresariales han pasado de un valor 80 hasta un valor de 140 (valor 100 para 2002, y a precios constantes); y en cambio la masas salarial percibida por las familias han pasado de un valor 127 a 118, entre los años 2008-2010 (valor 100 para 2002, a precios constantes).La crisis está sirviendo para polarizar , aun más, las rentas entre el sector capitalista y los trabajadores.
Esta semana la prima de riesgo sobre la deuda ha rozado los 300 puntos un paso más hacia la catástrofe a la que nos llevan los tiburones financieros que se alimentan de los estados que no parecen recordar que hasta ahora los sacrificios los han hecho los que menos recursos tienen, mientras los dueños del mercado se enriquecen a costa de nuestras cada vez más evidentes miserias.
¿ Qué haremos ante todo lo que se nos viene literalmente encima ¿
Alguien me ha preguntado que diría Lenin sobre esto y nada mejor para responder que sus propias palabras:
“Las crisis demuestran que los obreros no se pueden limitar a luchar para obtener de los capitalistas concesiones parciales… pues, cuando se produzca el crack, los capitalistas no solo arrebatan a los trabajadores los derechos conquistados. Y así continuará sucediendo inevitablemente hasta que los ejércitos del proletariado socialista echen abajo el dominio del capital y de la propiedad privada.”
Lenin, obras completas, Tomo 5
El crack que predecía Lenin ya se ha producido, ¿A qué espera el conjunto del movimiento sindical, sindicatos reformistas y alternativos y los partidos de izquierda para tomar iniciativas? Hasta que la izquierda en toda su amplitud no comprenda estas sencillas palabras y consiga vertebrar y organizar a la clase trabajadora en una lucha unitaria en la diversidad de rojos, ya no por la reconquista de lo perdido, sino por la conquista del verdadero espacio que nos corresponde a la clase trabajadora, sólo le quedará el sufrimiento y la derrota. Esta guerra se ha declarado y uno de los contendientes no está peleando.

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